La desinfección es un proceso selectivo físico o químico que mata o inactiva a los agentes patógenos tales como bacterias de origen entérico, virus, hongos, levaduras y protozoos, impidiendo el crecimiento de microorganismos patógenos que se encuentran en objetos inertes. La desinfección es importante en la prevención de enfermedades infecto contagiosas por lo que existe una gran variedad de productos químicos para matar a los microorganismos y/o controlar su desarrollo, ya que estos en condiciones naturales rara vez se exponen a la acción de agentes químicos en concentraciones suficientes para provocar su muerte, por lo que la empresa busca que estos sean lo más tóxicos para los microorganismos, pero con efectos mínimos para el hombre, animales y plantas. Los desinfectantes que son utilizados en nuestros procesos reducen los organismos nocivos a un nivel que no dañan la salud ni la calidad de los bienes perecederos, los cuales se aplican sobre objetos inanimados como instrumentos y superficies, para así tratar y prevenir las infecciones. En función de la actividad y el resultado en la eliminación de organismos patógenos se categorizan distintos niveles de desinfección.