CONTROL DE ROEDORES

Control de Roedores

El rodenticida es una sustancia química cuya función es eliminar, controlar, prevenir, repeler o atenuar la presencia o acción de los roedores, en cualquier medio. Estas sustancias se emplean debido a que es necesario realizar controles sobre las poblaciones de estos animales, ya que pueden causar daños a cultivos y cosechas o ser vector de enfermedades.


Cebos

La efectividad de los rodenticidas no solamente está ligada a su acción tóxica, sino a la aceptación, por parte de los roedores, del cebo que los contiene. Esta efectividad se mide por la velocidad de consumo del cebo.


Rodenticidas gaseosos

Pueden inocularse en forma de polvo o de gas en el interior de las madrigueras, espacios cerrados como casas, almacenes. Su efecto es la muerte, en un período corto de tiempo, del roedor. Todos ellos presentan una alta toxicidad. Como ejemplo de estos rodenticidas están el anhídrido sulforoso y carbamato de amonio entre otros. Estos gases tienen como desventaja su alta toxicidad para el hombre y los animales vertebrados.


Rodenticidas químicos

Son de efecto rápido, en ocasiones instantáneo, que actúan por lo general a dosis única. Algunos poseen sabores fuertes, razón por la cual suelen causar recelo o alerta en la población de roedores. Dentro de estos podemos clasificar los diferentes subtipos: Inhibidores de respiración celular: bloquea la síntesis de ATP. Ejemplo: Fluoroacetato de sodio. Vasoconstrictores: contracción de músculos que rodean vasos sanguíneos periféricos. Ejemplo: norbomida. Alteración del sistema nervioso: actúan sobre el Sistema Nervioso Central, impidiendo la correcta transmisión de impulsos nerviosos, generando convulsiones y finalmente la muerte. Ejemplo: Estricnina. Alteración de la vitamina D: provoca hipercalcemia. Ejemplo: Colecalciferol. Diabetogénicos: atacan y destruyen a las células pancreáticas, alterando el metabolismo de la glucosa. Ejemplo: Pyriminil. De acción retardada


Anticoagulantes

Inhiben la síntesis de la vitamina K, cuyo metabolismo o funcionamiento alteran, provocan la no coagulación de la sangre, y el roedor muere de fuertes hemorragias internas. Debido a su acción lenta, los roedores no asocian los síntomas con la ingestión del cebo envenenado, por lo que representa una ventaja con respecto a los otros tipos, y por ello son los más empleados en la actualidad. Por ejemplo: warfarina y clorofacinona.


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